Artículo de opinión: "48 años de silencio sísmico que preocupa"

Martes, 22 Enero 2019 - 11:15am

Huaraz en Línea.- El Perú es un país de alta sismicidad a consecuencia de su ubicación en el cinturón de fuego del Pacífico teniendo en nuestras placas tectónicas de Nazca y Sudamericana, una de las zonas de subducción más grandes del planeta. Muchas ciudades pertenecientes a la zona costera del país, entre ellas regiones altamente vulnerables como Lima y Ancash, se encuentran pasando por un largo silencio sísmico, manteniendo a la población con el gran temor de la pronta llegada de un terremoto de magnitud considerable.

La ciudad de Chimbote tiene entre sus antecedentes uno de los fenómenos telúricos más grandes suscitados en la historia del país; estamos hablando del Terremoto de 1970 con una magnitud de 7.9º en escala Richter, la cual causó estragos y desolación; generando la muerte de más de 70 mil personas y cientos de desaparecidos. Actualmente llevamos más de 48 años de silencio sísmico y en cualquier momento se producirá un sismo pronosticado de mínimo 8.8° en escala Richter.

Los grandes sismos suscitados en la historia del Perú han demostrado que el método convencional de proporcionar la rigidez lateral suficiente a una edificación -ante solicitaciones sísmica severas ante grandes aceleraciones del terreno, como la que estamos en espera-, tiene un valor económico grande por las reparaciones considerables que el evento produce.

Chimbote al ser una ciudad con preponderancia de suelos blandos, las aceleraciones causadas por el sismo tenderán a incrementarse, produciéndose adicionalmente una licuación de sus suelos, por la pérdida de su capacidad de soporte axial y cortante. Las partículas del terreno también se separarán debido a la presión de sus poros y la napa freática subirá sustancialmente; convirtiéndose en un fango, que lamentablemente producirá que toda estructura pierda estabilidad, ocasionando asentamientos diferenciales con el probable colapso de las estructuras.

En el país, más del 60% de las viviendas han sido autoconstruidas, que al ser evaluadas con diversos especialistas, hemos llegado a la conclusión que el terremoto que estamos próximos a sufrir -en Lima-, causará una de las destrucciones más grandes y letales en las zonas de Comas, Carabayllo, San Juan de Lurigancho, Ate y la Molina, entre otros. En Chimbote lamentablemente se tiene no solo el gran problema del suelo, sino también que un sismo de la magnitud que se espera, traerá consigo un tsunami que arrasará con gran parte de la ciudad.

He escuchado en muchos lugares del país, decir que los temblores que actualmente estamos pasando liberan energía sísmica y que eso es bueno; pero lamentablemente esa versión es totalmente falsa. Los temblores o microsismos no liberan nada de la energía sísmica que se liberará con sismos de 8.8° a mas, siendo la diferencia entre uno de 6° a uno de 8°, de más de 150 veces de potencia y energía liberada, por lo tanto; es ilógico que los temblores aminoren la energía que se avecina. Para mayor entendimiento, un terremoto de 8° -como el dado en Chile el año 2010, en la ciudad de Concepción-, libera la energía como si se hiciesen explotar más de 67,000 bombas de Hiroshima o mil millones de toneladas de TNT, en consecuencia.

Con el presente artículo trato de concientizar a la población para que se dé cuenta del estado de peligro en que nos encontramos. Evitemos la autoconstrucción, tenemos que contratar especialistas en construcciones antisísmicas con diseños sismo resistentes para nuestras viviendas, edificios multifamiliares, hospitales, etc.,   pensado en nuestro futuro y el de nuestras familias -buscando un costo/beneficio-,  para cumplir con la filosofía que nos da nuestra norma E-030, Diseño sismo resistente, que es el de preservar la vida humana y que ninguna estructura tiene que colapsar por más altas que sean las aceleraciones causadas por un gran terremoto.

Me encuentro a días de iniciar una maestría en ingeniería estructural, en la Universidad Politécnica de Cataluña, en Barcelona, España, siendo mi deseo; que al regresar a mi país crear e implantar dispositivos de protección sísmica, como aisladores y disipadores, con la gran diferencia de que sean económicos y estén al alcance de todos (en especial para mi querida ciudad de Chimbote).

Finalmente, mi recomendación a toda la población de Chimbote y Nuevo Chimbote es de mantener la calma, y que ante mínimos movimientos de terreno deben evacuar toda edificación de manera ordenada y manteniendo la tranquilidad, alejándose inmediatamente de las playas.

Si se encuentran en edificios altos y el tiempo no les alcanza para salir a la calle, deben buscar ascensores y ubicarse en dicha área, ya que éstos tienen muros de concreto armado y por ello la gran capacidad de absorber fuerzas de corte considerables, que lograrían una mejor protección a su integridad física.

Por la estratigrafía de nuestra ciudad, no deben esperar que los movimientos se incrementen para salir a las calles, ya que al ser el suelo del tipo S3, al primer ruido que se presente puede ser un anuncio de un sismo de grandes proporciones. Un suelo rocoso S1, como el existente en algunas ciudades de Lima, tienen la ventaja de que el ruido ayudará a dar unos breves segundos para evacuar antes de que lleguen las ondas “S”, que son transversales o de cortante las cuales son las más destructivas y causan el colapso de toda construcción mal construida. (Por: Ing. Jean Piers Chávez)

Mapa de escenario sísmico para Ancash y Lima, fuente: INDECI

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