Miércoles, 20 Marzo 2019 - 6:45pm
Huaraz en Línea.- Faltan pocos días para una de las celebraciones más importantes del mundo Católico, nos referimos a la Semana Santa, una de las tradiciones religiosas que se recuerdan con mucha fe en las localidades de la sierra del Perú.
Y haciendo un paralelo al momento del Vía Crucis de Jesucristo, desde que es sentenciado por Poncio Pilatos hasta llegar al Gólgota, donde finalmente fue crucificado, nos atrevemos a compararlo con lo que viven cientos de serumistas en las localidades más alejadas de la sierra de Áncash.
Ellos tienen que viajar hasta 20 horas, en bus, camión, a lomo de bestia y finalmente a pie, para llegar hasta el centro de salud donde atienden a sus pacientes.
Son cientos de personas con muchas necesidades y que no cuentan con mayores recursos para acceder a la salud, que debe ser gratuita pues así lo establecen las leyes peruanas.
Para empezar, muchos de establecimientos de salud no cuentan con los equipos mínimos indispensables para la atención de emergencia primaria de pacientes que deben ser trasladados a lomo de bestia, en el mejor de los casos, o en las peores situaciones a pie, siendo cargados por familiares y los propios serumistas que en estas zonas álgidas hacen una labor de apostolado. (Ver foto 1)
LA CRUDA REALIDAD EN PAROBAMBA
Parobamba es un distrito que se encuentra en la provincia de Pomabamba, en Áncash, está sobre los 3,100 metros de altitud, pero muchos de sus caseríos pueden llegar a los 4,000 msm. Se divide en dos barrios, Parobamba viejo y Parobamba nuevo, los mismos que tienen caseríos y anexos.
Parobamba pertenece a la Red de Salud Conchucos Norte- Pomabamba. En los puestos de salud de esta microrred laboran 18 serumistas; entre médicos, obstetras y enfermeras (os) que proceden en su mayoría de la ciudad de Chimbote, algunos fueron designados desde Lima y otros de Piura. Las edades de estos profesionales oscilan entre los 23 a 30 años, son egresados de universidades como San Marcos, Universidad Nacional del Santa, entre otras, y proceden de los ciclos de Serum 2018 – 1 y 2018 – 2 de mayo a octubre del año pasado.
La situación laboral y sicológica de estos profesionales es angustiante, además de hacer frente a las necesidades que tienen y carencias tanto en su estadía como en los puestos de salud que están completamente desabastecidos; corren riesgos permanentes por los asaltos que se dan en la zona, a donde para llegar deben viajar un día y medio.
Chimbotenlinea.com tuvo acceso a la historia de uno de estos 18 jóvenes que laboran en Parobamba, y lo que nos reveló es realmente aterrador.
No sólo tuvimos la historia de cómo viven, cómo es su día a día, lo que se han visto obligados a hacer para salvar la vida de una gestante y su bebé nonato; en algunos casos, o una emergencia por el impacto de bala en un campesino, al escucharlos pensamos que en nuestro país la brecha de desigualdad entre unos y otros es interminable.
La salud, en localidades de las zonas alto andinas de Áncash, de La Libertad, de Puno, de Huancavelica,Huánuco, Cajamarca, del Cusco, o de cualquier otra región del país , no es un derecho igualitario y en las mismas condiciones para todos los peruanos. Por lo menos, aquí en Parobamba, la salud no es el derecho de todos.
LOS PUESTOS DE SALUD
En el distrito de Parobamba, por lo menos en el papel, deberían estar operativos los puestos de salud: Shumpillan, Cajas, Huanchayllo. Changa, Parobamba Nuevo, Chogo y Llamián; cada uno de estos establecimientos atienden a la población de cuatro a 5 anexos o caseríos de la zona, cada uno con alrededor de mil pobladores.
“Llegamos en febrero y marzo, somos 18 jóvenes que emprenden sus sueños con la idea de un trabajo y nuestra vocación de ayudar a las personas que no reciben buena calidad en salud en esos rincones del Perú. Pero la realidad es otra. La microrred se encarga de cerrarle las puertas en el apoyo a las emergencias o situaciones de alto riesgo. No nos dan insumos ni ambulancia, poniendo el pretexto de la falta de combustible y otros. No sé si es porque realmente no existen recursos, y si es así pues entonces el discurso del presidente Martín Vizcarra y de los ministros es pura pantalla,pues nos dijeron que la salud es para todos. Parece que aquí en la sierra, los pacientes no fueran peruanos, pues no tienen los mismos derechos que dicen debemos tener todos”, reveló el serumista cuya identidad mantenemos en reserva. (Ver foto 2)
Los serumistas trabajan de 12 horas diarias, de lunes a sábado. Viajan casi día y medio desde Chimbote para llegar al puesto de salud en Parobamba, luego de una travesía interminable.
Se ven obligados en muchos casos a pagar sus alimentos, estadía y hasta el combustible del vehículo en el que trasladan al paciente cuando es un caso de riesgo de muerte inminente, pues en la microrred nos les brindan ningún tipo de ayuda ni económica ni logística. Dicen que no hay recursos.
ABUSOS Y MUERTES DE SERUMISTAS
Se han reportado casos de denuncias por acoso sexual e intento de violación a serumistas mujeres, aquellas que no tuvieron la suerte de viajar acompañadas por sus compañeros de trabajo.
Estos hechos que si bien son aislados, nos revelan la crisis de este sistema de servicio social que el Estado impone a los estudiantes que egresan de Medicina y otras carreras afines.
Pero hay casos más graves en los que las agresiones sexuales sí han sido comprobadas y en otros donde el destino final de estos jóvenes profesionales es la muerte.
La República en reciente informe de investigación dio cuenta de los casos de la muerte de 33 médicos serumistas en total, desde el 2010 a la fecha. “Eran recién graduados, con edades que fluctuaban entre los 24 y 33 años, la mayoría proveniente de universidades de Lima”, reveló un médico.
Se evidenció por primera vez que la principal causa de muerte de los serumistas eran los accidentes de carretera. Las estadísticas oficiales corroborarían este dato.
Desde su despacho de la Dirección General del Personal de la Salud del Minsa, la doctora Claudia Ugarte señala que en los últimos nueve años, 33 serumistas perdieron la vida cumpliendo su servicio. De esta cifra, 27 murieron en accidentes vehiculares.
Al penoso listado de muertes de serumistas le sigue una larga relación de casos de abusos sexuales y maltratos sicológicos y hasta físicos.
La psicóloga Valeska Pinedo tuvo que renunciar a su Serum en Santiago de Chocorbos, Huancavelica, cuando el médico de la posta de salud donde laboraba pasó de enviarle mensajes insinuantes al celular, en plena madrugada, a ensañarse con ella durante las horas de trabajo porque no le había hecho caso.
En Cajamarca, en el año 2013, cinco serumistas del puesto de salud de Cachacara, Cutervo, fueron sacados a la fuerza de una discoteca, azotados con látigos y golpeados por un grupo de ronderos, quienes les dijeron que "no debían estar en ese lugar después de las once de la noche".
En Áncash, el 2015, un diario local, informó el caso de dos serumistas de iniciales E.M. y C.H. abusadas sexualmente por un trabajador y el chofer de la posta de salud de Cabana.
Algunos profesionales de la salud consultados se expresan a favor de retirar el carácter obligatorio del Serum: "Así el Minsa se vería en la obligación de mejorar las condiciones de los puestos de salud más precarios y convertirlos en plazas más atractivas para atraer a los profesionales".
Lo cierto es que este sistema de servicio social del profesional médico y de los afines a la salud, está en emergencia, en crisis, y al parecer las autoridades del Minsa y el Ejecutivo, pretenden hacerse de la vista gorda, como que “no está sucediendo nada”.
Se requiere para empezar y como lo han señalado los especialistas, una reestructuración del sistema del Serum, desde el acceso del profesional a los establecimientos de salud, hasta la mejora de condiciones de la residencia de los mismos y principalmente, renovar el equipamiento de postas de salud, postas y centro médicos, de tal manera que estás plazas sean óptimas para el buen desempeño de los serumistas y la mejora de la calidad de atención al paciente.(Por: Mónica Gismondi Ch.) VER ÁLBUM DE FOTOS
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