Huaraz en Línea.- Cruciales son las horas que transcurren entre el diagnóstico de muerte cerebral en un persona que puede ser donador de órganos y el trasplante de estos en otros seres que luchan cada minuto por sus vidas.
El cronómetro va corriendo y lo que sigue es una verdadera carrera que los médicos deben ganarle a la muerte para lograr, con los órganos donados, que enfermos sin mayores esperanzas vuelvan a sonreír.
"Cada día los profesionales médicos coordinadores de Procura y Trasplantes de Órganos de EsSalud visitan las unidades críticas de los hospitales y, si hay casos de muerte encefálica, se hacen las evaluaciones previas y se les consulta a la familia si está de acuerdo con la donación; de ser así, activamos el operativo", comenta la doctora Patricia Chilet.
Donde haya un posible donador, en Lima o en provincias, los médicos de diferentes especialidades confluirán en ese caso, ya sean expertos del Instituto Nacional Cardiovascular (Incor), del Hospital Rebagliati o del Almenara; si estuvieran en otra ciudad, se harán cargo médicos del hospital local.
"Son coordinaciones múltiples, simultáneas y concretas porque no se puede perder el tiempo, cuánto más tiempo pasa hay más riesgo de que los órganos se pierdan", indicó.
Cuando ya se tiene el consentimiento de los familiares, los cirujanos de trasplante hacen las evaluaciones clínicas respectivas para determinar cuáles son los órganos viables, explicó Chilet, quien es subgerente de Procura y Trasplantes de Órganos de Essalud.
Luego viene la extracción de órganos y su traslado a los hospitales donde serán trasplantados a los receptores. Si el donador está en provincias se cuenta con el apoyo de la Fuerza Aérea del Perú y de líneas comerciales para el traslado.
Detalló que los riñones son los que más tiempo soportan mientras el donador siga orinando, al igual que las córneas que pueden servir, incluso cuando el donador haya hecho paro cardíaco.
Todas las pruebas
Un operativo multiorgánico requiere la participación de al menos 100 profesionales donde se encuentra el donante y otros 100 donde se realizarán los trasplantes.
Se tienen que hacer múltiples pruebas, análisis, ecografías, tomografías y otros para determinar la compatibilidad entre donante y receptores.
"Hay que ver la compatibilidad del grupo sanguíneo, de los tejidos y de los propios órganos, la condición clínica, el peso, la talla, es decir la compatibilidad antropométrica entre donante y receptor", detalló.
Entre enero y agosto de este año, 62 familias han autorizado la donación de órganos de su paciente fallecido y, por lo menos, la mitad provenían de provincias.
La familia tiene la decisión final sobre la donación de órganos y tejidos. Por ello, se aconseja a la población en general, expresar en el entorno más cercano el deseo de convertirse en donante de órganos y tejidos, lo cual se puede plasmar en el DNI, brevete o firmando el Acta de Consentimiento para la Donación Voluntaria de Órganos y Tejidos.(Andina)
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