Huaraz en Línea.- Vivimos en una sociedad donde necesitamos desnaturalizar el rosa en las niñas y el celeste en los niños. La práctica en un mundo consumista, ha creado la diferencia en base a colores, marcándolos o sesgándolos de acuerdo al género de cada niño.
Durante la experiencia de la niñez, muchos niños se enfrentan a comentarios y predisposiciones sobre colores y juegos que deben practicar de acuerdo a su género; reforzando en ellos estereotipos que en la vida adulta se interiorizan en acciones que no fomentan la igualdad entre hombres y mujeres.
“Los niños toman de su imaginación y de las diferentes etapas en las que se desarrollan, los colores y juegos que les dicta su creatividad, la manera como conciben el mundo. Normalmente ese proceso viene de las experiencias que viven en el lugar donde se desarrollan y de la manera como vienen siendo estimulados” señaló la Mgtr. Sandra Chafloque Chávez, Psicoterapeuta y Docente de la Escuela de Psicología de UCV campus Piura, quien considera que es fundamental no estereotipar a nuestros hijos durante su niñez.
“Tenemos arraigadas creencias de la crianza antigua y tradicional donde entendíamos la vida desde el pensamiento de que la mujer va a la cocina y el hombre al volante, separándolos del nivel de desarrollar habilidades para con la vida que marquen resiliencia, sentido y propósito de existencia, sin pensar lo que podría estar grabándose en nuestros hijos”, recalcó.
Niñez sin etiquetas.
Cuando una persona asume la paternidad muchas veces se “etiqueta” a los niños con una actitud machista, dejando de lado la posibilidad de que la mujer se empodere desde su ser y que el niño exprese sus emociones desde su propia naturaleza. “Necesitamos romper paradigmas y saber qué es sano o no, desde una crianza respetuosa y responsable” acotó la especialista, quien brinda algunos puntos a tomar en consideración para fomentar la igualdad desde la niñez.
- Los niños y niñas aprenden por imitación. Los niños siguen el modelo conductual de sus padres y copian la bondad de mamá, su queja, su resentimiento, su optimismo, su resiliencia o miedos y de igual forma con papá. Por ello, es importante que se haga una evaluación intrapersonal de lo que se proyecta a los niños.
- Fomentar juegos de roles que le permita experimentar diversas actividades. Es esencial que los niños sepan que tanto hombre como mujeres pueden jugar a la cocinita, que pueden ser carpinteros o carpinteras o un experimentado médico o doctora. El juego de roles, aunque no parezca, repercute en la vida adulta y la seguridad de los adultos al asumir responsabilidades en el hogar y su vida profesional.
- El niño o niña debe de tener diversidad en su mundo emocional y material, saber que todo es importante. A medida que vaya creciendo irá identificando, y diferenciando, en base a un pensamiento reflexivo lo que es lo que está bien o mal y no en base al color o forma. Esto le permite además aprender a relacionarse con las personas que le rodean desde los principios de igualdad”.
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