Chimbote en Línea.- El grave problema de gestión del sector estatal retrae la inversión pública, importante para que acompañe a la inversión privada, que es la gran generadora de empleo adecuadamente productivo, dice el economista Jorge González Izquierdo. En diálogo con Correo afirma que es necesario un cambio estructural que debe empezar por mejorar la Ley de Descentralización y cambiar el capital humano de la administración pública.
¿El empleo se precarizará en el 2022 por una menor inversión privada?
La recuperación del Producto Bruto Interno (de la producción del país), entre mayo del 2020 y noviembre del 2021, ha sido una recuperación con poca creación de empleo adecuadamente productivo. No es que no se haya recuperado el empleo adecuado, pero no al ritmo que se recuperó la producción. Si esta se recuperó 100, el empleo lo hizo en 40, tuvo una recuperación lenta.
¿Será lo mismo en el 2022?
Ha sido una recuperación sin generación de empleo y seguirá así a lo largo del 2022.
¿Por qué será así?
Por varias razones. Primero, las grandes y medianas empresas, que generan el empleo formal grueso, por la pandemia movieron el timón hacia la automatización de procesos, con menos mano de obra, por el uso de tecnología. Un gran ejemplo es el comercio electrónico, que necesita menos vendedores. Un segundo factor es la no recuperación, aún, del sector servicios al nivel prepandemia; los ejemplos más claros son el turismo y restaurantes, principalmente; son actividades altamente intensivas en el uso de la mano de obra.
¿Y si no hay inversión privada?
Discrepo con la proyección del BCR y la mayoría de los analistas que dicen que la inversión privada no crecerá o lo hará en 1%. Para mí, crecerá 2%, pero este crecimiento no es suficiente para generar empleos adecuadamente productivos en forma importante. Entonces, esta es la tercera razón por la que la recuperación de la economía peruana seguirá siendo con poca generación de empleo adecuado.
¿Ayudará en algo el contexto externo?
No, en el 2022 ya no es tan favorable. En el 2021, la economía mundial creció 5.5%, según el Banco Mundial y este año se espera que crezca 4.1%, es una reducción fuerte, es decir, el empujón externo no será tan importante. El impulso debe venir de fuentes internas, de nacionales.
¿Cuáles serían?
En primer lugar, un crecimiento fuerte de la inversión privada y, en segundo lugar, un crecimiento fuerte del consumo privado. El INEI, en su informe de inflación de enero, señaló que la inversión pública en octubre, noviembre y diciembre de 2021 fue negativa. Es decir, que el cuarto trimestre del año pasado cayó, cuando la historia señala que en el último trimestre el gasto público se dispara. Esto muestra un grave problema de gestión de los gobiernos regionales, municipales y del nacional. Este problema de gestión se tiene que enfrentar.
La inversión pública debe acompañar a la privada, ¿verdad?
Claro, si no acompaña a la inversión privada habrá menos empleo. Solo el proyecto Michiquillay (Cajamarca), que se anunció (por Southern), impulsará la inversión privada. Por eso creo que esta crecerá 2% porque no tendrá un gran acompañamiento de la inversión pública, que está cayendo por un problema de gestión.
Pero, una inversión pública apresurada puede ser de mala calidad, ¿o no?
Nunca se debe tener miedo de endeudarse para hacer un proyecto de inversión si su rentabilidad supera el costo de la deuda. Que en el cuarto trimestre de 2021 la deuda pública haya estado en rojo implica que hay un fuerte problema de capacidad de gestión. No se resuelve en semanas, es un problema estructural.
¿Es un problema de la descentralización?
Empecemos por mejorar la Ley de Descentralización, cambiar el capital humano, los procesos son muy engorrosos. La Contraloría, dice que para evitar coimas se han hecho engorrosos los procesos y ahora para licitar una obra pública toma meses.(Fuente diario Correo)
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