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Huaraz en Línea.- Durante la lectura de los bandos de los distintos barrios de Huaraz, los personajes más satirizados fueron Waldo Ríos Salcedo y, en menor medida, el consejero Ángel Durán junto al actual presidente regional seguido del alcalde de la ciudad.
La lectura de los bandos es una tradición carnestolenda que se da desde la década de los 80 tras la entrada triunfal del Ño carnavalón, un personaje que durante estos días se convierte en el rey que manda pero no gobierna.
El rey momo dicta sus bandos a manera de ordenanza que regirá durante los días de carnaval, por eso, su lectura inicia con su nombre, generalmente la toma de algún personaje del momento, entre ellos de Waldo Ríos, Daniel Urresti, Fredy Otárola, Ángel Durán, entre otras autoridades más cuestionadas y antipopulares.
Este año la atención en la lectura de los bandos estuvo dirigido a las autoridades regionales de Puro Ancash a quienes les recordaron la promesa de la entrega de los 500 nuevos soles así como la representación de la “Waldotón” por parte de los moradores del barrio La Soledad.
De igual manera, se aludió a la pretensión de incrementar el pago de sus dietas y el sueldo del presidente regional de Ancash una medida considerada desatinada por la mayor parte de la población ancashina.
La confección del bando se hace en lengua materna y en castellano. Los calificativos empleados van desde el aspecto físico hasta las debilidades sexuales que se saben pero que todo el mudo prefiere callar por la doble moral.
La fiesta del carnaval se inició el sábado con el ingreso del Ño Carnavalón y la lectura de los bandos. Seguidamente, se cumplirá con el corso de las reinas de los barrios e instituciones.
Luego prosigue con el lunes carnaval, tan popularizado por la interpretación de Pastorita Huaracina en su tema Mi barrio La Soledad. El martes carnaval antes denominado martes guerra es el juego a discreción y las instituciones prefieren cerrar sus puertas para evitar ser blanco de los carnavalones.
En esta misma fecha se celebra el “encuentro de cruces” los cuales salen de los cuatro puntos cardinales de la ciudad para luego encontrarse en la plaza de armas en donde termina con la algarabía, talco, serpentinas así como la elección de los nuevos mayordomos para la fiesta del próximo año.
Todo ello acompañado por la banda de músicos, el tronar de las avellanas, cohetes así como la fiesta popular en medio de los baldazos de agua fría en medio de un intenso calor donde la gente del campo y la ciudad se confunden en una sola fiesta.
El día miércoles ceniza se entierran los restos del Ño Carnavalón quien fallece debido al desenfreno que representa su corto reinado durante los días de carnaval caracterizado por los excesos y la sátira popular donde se ridiculiza a sus autoridades y personalidades.
Antes de ser conducido a las aguas del río Quillcay, los cobarrianos dan lectura del testamento del Ño Carnavalón en donde se hace constar los últimos deseos a las autoridades e instituciones que generalmente no han cumplido con sus funciones en contra del pueblo.
De esta manera concluye las tradiciones y costumbres del carnaval huaracino en donde la sátira, la burla y el escarnio son un medio por el cual la población expresa sus críticas y reclamos mediante los bandos y los testamentos del Ño Carnavalón.
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