Huaraz en Línea. - La economía peruana se encuentra en una fase contractiva, consideró Carlos Prieto, gerente del área de Estudios Económicos del BCP, y este año cerraría con una caída de 0,5%.
“Va a ser la contracción más importante de los últimos 25 años, exceptuando la pandemia”, expresó durante la presentación del Reporte Trimestral de Estudios Económicos del BCP.
Esta disminución económica se debe a los distintos choques que han afectado a la economía, como la conflictividad social de inicios del año, los fenómenos climatológicos del ciclón Yaku y el Fenómeno El Niño, el entorno político, entre otros, explicó el especialista.
“La asociación de temas climáticos, como el ciclón Yaku o las sequías, al final tuvieron un impacto no menor este año. Estos choques pueden haber restado dos puntos de crecimiento o algo más este año. Pero no han sido los únicos [aspectos]. Al final, hemos tenido que convivir con un entorno de inflación, con estímulos de pandemia agotados, los cuales generaron un hipo en ciertas actividades en el autoconstrucción y los despachos de cemento”, indicó.
Justamente, para el cuarto trimestre también se espera que el producto bruto interno (PBI) termine en negativo, al igual que los tres primeros trimestres del año.
Para el 2024, en el escenario base, el BCP proyecta un rebote económico de 2%, sostuvo, aunque ello dependerá de cómo se desenvuelva el Fenómeno El Niño.
“Este rebote va a enfrentar un nivel de incertidumbre importante por el Niño. El rebote de la economía podría estar más cerca al 3%, eso es factible siempre y cuando tengamos un Niño de características débiles o que no haya Niño. Si la probabilidad de un Niño fuerte vuelve a estar en aumento, si al final tuviésemos un Niño fuerte de impacto similar o mayor al del 2017, eso haría que el rebote del 2% tenga riesgo a la baja, porque un Niño destructivo profundizaría las características de la fase contractiva del ciclo económico”, apuntó.
Si bien el PBI potencial es de un 2% a 2,5% para el Perú, Prieto consideró que estas cifras son insuficientes, dado que el país tiene mejores condiciones para crecer económicamente, como una inflación que retornará a su rango meta en el 2024, la producción de cobre, un tipo de cambio menos volátil que otros países de la región.
Es así que señaló que necesitamos crecer a un ritmo que oscile entre un 4% y 5% durante un par de décadas para que ello se traduzca en reducción de la pobreza y expansión de la clase media.
Inversión privada
Para este año, la inversión privada también cerrará en caída, indicó Prieto sin especificar un número. Además, para el 2024, el BCP espera que este indicador tenga un registro ligeramente positivo.
A nivel desagregado, señaló esperar que a partir del 2025 se aproveche la inversión minera, tomando en cuenta el ciclo favorable del precio del cobre a nivel internacional. Un aspecto que puede contribuir a ello es el adelanto de proyectos mineros como la Ampliación de Antamina o la construcción de Zafranal.
En el caso de la inversión no minera, indicó que en el caso residencial hubo un crecimiento en el autoconstrucción en el 2021 y 2022, pero que ahora hay una caída porque se agotaron los estímulos que se dieron a las personas por la pandemia, además de que hubo un cambio en el comportamiento de consumo, de gastar en sus hogares a utilizar el dinero fuera del hogar.
Para la inversión no minera y no residencial, Prieto indicó que se espera un registro ligeramente positivo para el siguiente año, aunque apuntó a que se necesitan destrabes concretos de proyectos, más que solo anuncios de estos. (Fuente: El Comercio)
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