Martes, 4 Junio 2024 - 10:15pm
Huaraz en Línea.- La identidad nacional tiene mucho que agradecer al aporte notable de la cultura afroperuana que, a través de diversas manifestaciones como la música, la danza, la literatura, el deporte, la gastronomía, la religión, entre otros, contribuyó a forjar la fisonomía mestiza y el sentimiento que hoy llena de orgullo a los peruanos.
De todo el mes, hoy martes 4 de junio, tiene un significado especial por que se celebra el Día de la Cultura Afroperuana, fecha en el que se rinde homenaje a los más altos exponentes de la cultura afroperuana, reconociendo sus grandes talentos y sus expresiones artísticas.
Este día fue declarado como tal en el año 2006 mediante Decreto Ley N.º 28761 por el Congreso de la República.
A propósito de la celebración del día y mes de la cultura afroperuana, repasemos algunos de los ámbitos en los que la cultura afroperuana contribuyó a construir la identidad nacional.
Música
El aporte afroperuano en la música peruana se expresa en géneros ricos en lenguaje rítmico como el “Amor fino”, que consiste en una competencia musical acompañada de un guitarrista; el “Canto de jarana” protagonizada por cantantes de marinera limeña que establecen una competencia literaria y musical; la Copla, que se canta o recita en el intermedio de la marinera norteña; “La Cumamana” en la que se cantaba en competencia y se abordaban todo tipos de temas; y las “Décimas” o declamaciones en las que se trata todo tipo de temas con sutil humor, mostrando destreza literaria e ingenio. Cuando las décimas se cantan se les llama “Socabón”.
La música afroperuana fue estudiada y reinterpretada por Victoria y Nicomedes Santa Cruz, y posteriormente impulsada por grandes representantes como Porfirio Vásquez, José “Pepe” Vásquez (hijo de Porfirio), Lucha Reyes, Susana Baca, Eva Ayllón, Ronaldo Campos, Lucila Campos, Caitro Soto (interprete de la célebre canción “Toro mata”), Arturo “Zambo” Cavero, Amador Ballumbrosio y sus descendientes, entre otros grandes exponentes.
La música afroperuana es, en esencia, un arte popular que se interpreta con la ayuda de instrumentos que le confieren “ritmo, color y sabor” como el cajón peruano, prohibido en la época de la esclavitud por considerárselo pagano y para evitar que se cantase el “panavilo”, un tipo de canción que mostraba los lamentos de la condición de esclavos. Desde el año 2007 este instrumento de percusión es Patrimonio Cultural de la Nación y desde entonces se celebra el Festival Internacional del Cajón.
Otros instrumentos musicales de origen afroperuano son el “Checo”, que es también de percusión elaborado a partir de una calabaza pequeña, de 60 centímetros de diámetro, que se toca para acompañar danzas como el “Baile de tierra” en Zaña; el landó y el festejo. Sus singulares sonidos son parecidos a los del cajón.
También son relevantes la “Cajita afroperuana”, instrumento de percusión que consta de una caja de madera con tapa sujeta a una manija y se toca con golpeándola con un palito de madera. Fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación el 28 de diciembre de 2007.
De igual modo, el “Huiro”, surgido en el siglo XVIII a partir de una calabaza alargada que presenta anuras que se raspan con un instrumento de madera; la “Quijada de burro”, curioso instrumento de percusión que se golpea en la mandíbula para hacer sonar los dientes que se encuentran flojos, lo que produce un sonido peculiar.
Aunque el zapateo es considerado un paso de baile, el golpe rítmico que se genera al golpear el taco del zapato contra el suelo genera sonidos como el de los instrumentos de percusión.
Danza
La danza de raíces afroperuanos destaca por la alegría, el ritmo, la energía y la cadencia como sus atributos principales. Entre los bailes emblemáticos resaltan el festejo, el alcatraz, la zamacueca, el ingá (danza erótico festiva), el “Baile de tierra” que se mantiene vigente en Zaña (Lambayeque), el zapateo competitivo llamado “Agua nieve”; el landó; el “Son de los diablos” interpretada en la celebración de los carnavales; y el Tondero, danza que se interpreta en pareja.
Asimismo, el Hatajo de negritos y las Pallitas, danzas colectivas masculina y femenina, respectivamente, declaradas Patrimonio Cultural de la Nación y Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Literatura, artes y deportes
El legado de la cultura afroperuana a la identidad nacional se expresa también en la literatura con notables exponentes como Enrique López Albújar, autor de la célebre novela “Matalaché”; Ricardo Palma, quien escribió sus notables “Tradiciones peruanas”, y en el siglo XX sobresalen escritores como el narrador Antonio Gálvez Ronceros y el poeta Enrique Verástegui.
Un legado educativo para la cultura peruana son los diversos, ingeniosos y pícaros poemas, poesías y décimas de Don Nicomedes Santa Cruz, afrodescendiente ilustre que rescató y difundió su cultura, y en cuyo homenaje se instituyó el Día de la Cultura Afroperuana en la fecha de su onomástico, el 4 de junio. Quién no recuerda la tradicional poesía “A cocachos aprendí” o “Como has cambiado pelona”, que marcaron muchas generaciones y aún siguen vigentes. De igual manera, la tradición de recitar las décimas aún continúa en los departamentos del Norte (Lambayeque y Piura), en Lima y Arequipa.
En el ámbito de las artes plásticas brillaron, en el siglo XIX, el retratista José Gil de Castro y el costumbrista Pancho Fierro.
El deporte peruano tiene brillantes exponentes en disciplinas como el vóley (Lucha Fuentes, Cecilia Tait, Denisse Fajardo, Gina Torrealba, Sonia Ayaucán, Ángela Leyva, Clarivett Yllescas, entre otras); en el fútbol (Teófilo Cubillas, Héctor Chumpitaz, Valeriano López, Julio Baylón, Víctor Zegarra, Julio César Uribe, Gerónimo Barbadillo, Julio Meléndez, Paolo Guerrero, Jefferson Farfán, Pedro Gallese, Luis Advíncula y muchos más); el boxeo (Mauro Mina y Óscar Rivadeneyra); el atletismo (Fernando Acevedo), tabla (María Fernanda Reyes), entre otras.(Fuente Andina)
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