Huaraz en Línea.- Pasaron las fiestas navideñas y el Fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, no ejecutó la decisión que –según diversos medios y fuentes- había estado preparando para estas celebraciones: Desarmar el equipo especial del caso Lava Jato, liderado por el fiscal Rafael Vela y que tiene como su rostro más visible al –involuntariamente-mediático: José Domingo Pérez Gómez.
Al igual que en el 2017, los peruanos esperaban una noticia que “malograra” la Navidad, tal como lo hizo el entonces presidente, Pedro Pablo Kuzcynski, cuando decidió anunciar, escondido en su casa y con un mensaje a la Nación mal grabado, que otorgaba el indulto humanitario al exdictador, Alberto Fujimori.
Y la tensión por la espera de una decisión de Chávarry, no pasa solamente por la admiración que han generado Vela y Pérez entre la gente, por sus decisiones sin miramientos al momento de investigar diversos casos que involucran el dinero ilícito de la empresa Odebrecht y la serie de relaciones que derivaron en coimas y arreglados que implicaron a ex presidentes de la República, una ex alcaldesa y sus funcionarios y hasta donde se sabe a una ex candidata a la presidencia.
Que los líderes de las fuerzas políticas que hoy son una mayoría en el Congreso y que han perdido catastróficamente las elecciones de los últimos 2 años, estén involucrados en las investigaciones, ha generado una ascendente escala de ataques contra el equipo fiscal, teniendo a Chávarry como la “espada de Damocles” que pende sobre sus cabezas pero sujeta con un hilo de color naranja.
La escasa prolijidad en un trabajo académico del fiscal José Domingo Pérez Gómez, es la última herramienta de la que han echado mano los congresistas (y uno que otro troll en redes sociales) para deslegitimar lo avanzado por Pérez, bajo la falaz premisa de que “la tesis del fiscal es plagiada, por ello sus fallos son inadmisibles”.
Lógica conveniente para quienes no movieron un dedo para criticar los plagios y la falta de rigurosidad académica del fiscal Chávarry y que fue denunciada por los medios. O incluso esa repentina cercanía y respeto a los “turnos de llegada” para mantener encarpetadas en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales –liderada por el fujimorismo- las diversas acusaciones que penden sobre el hoy útil Chávarry y que de prosperar podrían incidir en un retiro de su cargo.
Respeto repentino por el tiempo, el cual no tuvieron –por ejemplo- para sacarse de encima a Kenji Fujimori y un par de sus “avengers” (que hoy amenazan con volver) o para levantar la inmunidad a un congresista poco útil a sus objetivos como el exlegislador Benicio Ríos.
La filtración de documentos a la prensa también es una de las razones por las cuales se quiere defenestrar a Vela y Pérez. Sin embargo el fujimorismo siempre “consecuente” olvida la filtración pública y sin rubor que la presidenta de la comisión Lava Jato, Rosa Bartra, ejecutó el año pasado para demostrar a nivel nacional que PPK mentía de forma descarada sobre sus relaciones con Odebrecht. En ese momento, esa filtración pública sí servía.
Y en todo este enredo mediático, el funcional Pedro Chávarry actúa diligentemente, solicitando “informes” de avance de los casos con diferencia de 15 días, en investigaciones que, por su magnitud, toman mayor tiempo. Con declaraciones donde los fiscales Pérez, Vela e incluso sus colegas Sandra Castro y Jacqueline Pérez, son considerados por Chávarry como personajes que solo “quieren hacerse conocidos en los medios”.
Mención aparte para las fiscales Sandra Castro y Jacqueline Pérez quienes han seguido de cerca y con valentía el caso de “Los Cuellos Blancos del Puerto” donde han incluido al mismo Chávarry que se niega a ser investigado por este hecho, razón por la cual y haciendo uso de su posición, el fiscal ha decidido cambiarlas de lugar, moverlas de su rango y más.
Por estas razones, la espera tensa de estas fechas de una posible remoción de los integrantes de este equipo, para darle paso a ”hermanitos” que no quieren ver de cerca a la justicia que hoy les toca la puerta y que empiezan-poco a poco- a romper el pacto infame de la corrupción. (Por: Francisco Pérez García- OtraMirada.pe)
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