Huaraz en Línea.- Hace algo más de dos años nuestras vidas y costumbres dieron un salto del que no volverían. La pandemia, que comenzaba por finales el 2019, cambiaría no solo la manera en la que interactuamos con otros y con nosotros mismos, sino que también, transformaría y aceleraría el transito hacía una vida y comercio aún más inmerso en lo digital.
Una nueva vida
La vida de un adolescente que entró a la pandemia con quince años es fundamentalmente diferente a la vida que ahora, con diecisiete o dieciocho años debe encarar. Dejando de lado los cambios corporales y hormonales que haya pasado –cuya influencia no es poca–, los modos de relacionamiento fraternal, amoroso y académicos han evolucionado de tal manera que es casi imposible crear paralelos con las experiencias que nosotros hayamos podido vivir.
Es así que, según las distintas edades, posiciones económicas y sociales, creencias y actitudes frente al virus y las repercusiones de este, nuestras vidas cambiaron de distinta manera: para unos, significó un reencuentro consigo mismos y con sus familiares; para otros fue tiempo de despedidas y cambios drásticos; mientras para otros una amenaza constante a su sustento diario. Indistintamente de la magnitud, seriedad o rapidez con la que este cambio haya llegado, nos llegó a todos.
Tiempo de migrar
En el Perú, los distintos sectores comerciales tuvieron distintas reacciones a la cuarentena –en sus distintas formas– y a las restricciones que esta traía. Desde pequeñas importadoras de insumos de bioseguridad hasta servicios organizados de mercados móviles, los pequeños y medianos comerciantes se dieron diferentes modos para mantenerse en actividad.
Por otro lado, las empresas, instituciones y grandes comerciantes se encontraron frente a una encrucijada existencial; pues, en la mayoría de los casos, el tránsito a una estrategia digital tiene un costo demasiado alto.
Las instituciones educativas, en ese sentido se vieron frente a uno de los mayores retos, porque, como expresa el ex-ministro de educación y actual miembro de la UNESCO PERÚ, Martín Vegas: “[…] el país aún se encuentra en la casi imposibilidad de ofrecer un servicio a distancia (internet/educación) para zona rurales”.
Esta dificultad se amplifica al considerar el cambio metodológico al que se tuvieron que atener los maestros, la mayoría sin experiencia previa en la educación a distancia. Sin mencionar la infinidad de nuevas plataformas y aplicaciones a las cuales tanto profesores como alumnos tuvieron que adaptarse. El desafío, en la educación entonces, además de la mencionada brecha digital y económica, radica en que la educación remota no es una reproducción del salón de clases en el hogar, sino una nueva perspectiva de la educación.
Nuevas oportunidades
Si bien las dificultades al momento de los negocios para migrar al mundo digital son obvias, en el Perú, según Comscore, se han multiplicado por diez la cantidad de pedidos realizados a través de plataformas de comercio electrónico. Esto no solo es síntoma de una clientela necesitada y abierta a nuevas formas de comercio, pero también la clara muestra que el sector productivo está implementando nuevas tecnologías que facilitan el acceso y aprovechamiento del mundo del comercio digital.
Inclusive, sectores como las trabajadoras sexuales o bailarinas exóticas, han encontrado en plataformas como OnlyFans, espacios donde poder desarrollarse profesionalmente. También, al aproximarse el fin de la pandemia, han optado por sitios web con anuncios de kines donde promocionar su servicio de escort y atraer clientes.
El sector retail, como otro ejemplo, desde la implementación de nuevos métodos digitales de pago, a superados los 21,000 millones de soles en los primeros seis meses del 2021. “El proceso de transformación que atraviesa el sector retail peruano ha sido beneficioso para todos los peruanos. El uso de nuevos métodos de pago como las billeteras digitales, ha facilitado y agilizado las compras online y presenciales de este rubro”, indicó Carlos Loayza, Gerente de Producto y Marketing de Fpay.
El gobierno por su parte ha intentado regularizar e impulsar el trabajo remoto y el teletrabajo, con decretos como el Nº015-2022-PCM o la ley 30.036, busca establecer lineamientos y reglas generales, en lo posible justas, para empleados y empleadores.
El nuevo mundo digital y sus posibilidades recién comienzan abrirse, frente a este universo no debemos ser escépticos, pues su inevitabilidad es clara. Debemos ser aventureros, creativos, pero ante todo cuidadosos. Cuidadosos pues este mundo real. Así lo sentencia la Dr. Maria A. Pease, profesora principal del dept. de psicología de la PUCP: “Todo lo virtual es real en tanto implica vínculos reales, experiencias reales y sentimientos reales”.
La realidad, al fin y al cabo, se basa en la costumbre.
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