Chimbote en Línea.- Hacia el año 2111, la masa glaciar del nevado Huascarán, ubicado en Áncash, y todos los nevados de la cordillera Blanca, podrían extinguirse por completo, como consecuencia del cambio climático, según las proyecciones establecidas en el Inventario Nacional de Glaciares 2018.
Así lo manifestó José Herrera, director del Información y Gestión del Conocimiento del Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem), adscrito al Ministerio del Ambiente (Minam), quien destacó la necesidad e importancia de realizar investigaciones en las montañas.
En ese sentido, citó como ejemplo que siete mil personas murieron en nuestro país a causa de la COVID-19, en tres meses, mientras que “un aluvión, en cambio, puede causar la muerte de siete mil personas en solo 5 minutos, como ocurrió en la localidad de Yungay en 1970”.
Respecto al cambio climático, dijo que esto podría tener peores consecuencias que la actual pandemia. Asimismo, subrayó la urgente atención para evitar desastres climáticos, que ocasionarían la extinción de los glaciares y la alteración del ciclo hidrológico, lo que se agudizaría hasta generar serios conflictos por el agua.
Ante ese eventual panorama, el Inaigem analizará las propuestas y acciones para reducir los riesgos, así como las estrategias nacionales sobre el cuidado de los ecosistemas, el agua y los medios de vida, buscando proteger a las comunidades, con una mirada de futuro. Esto se realizará en el simposio virtual “Las montañas nuestro futuro”, que se desarrollará del 14 al 16 de diciembre de este año.
En ese marco, se presentarán los resultados finales y avances de las investigaciones realizadas por dicha institución, cuya convocatoria está dirigida a la comunidad académica, así como a las autoridades regionales y locales.
Las inscripciones son gratuitas a través de la siguiente dirección electrónica: https://inaigem.gob.pe/simposio/simposio2020/.
Historia de altura
Las montañas nos brindan recursos importantes para la supervivencia de la población, por ello la importancia de conservarlas, a través de su adecuada gestión y mediante las investigaciones cuyos resultados aportan sustancialmente en la toma de decisiones por parte de las autoridades competentes.
Esto lo sabe muy bien Oscar Vilca, glaciólogo del Inaigem, quien a lo largo de su trabajo en campo ha recorrido once cordilleras en los Andes del Perú, nutriendo sus conocimientos con la biodiversidad en las montañas.
El especialista refiere que en 2017 quedó muy impresionado cuando subió al nevado La Viuda, ubicado entre las regiones de Lima y Junín. “Me conmovió estar en la cima, y mirar desde lo más alto el entorno de los valles de Canta y los que van hacia Junín y Cerro de Pasco”, dice.(NP)
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