Huaraz en Línea.- A ocho años del inicio de la reforma impulsada por la nueva Ley Universitaria N° 30220, la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) reconoce los logros obtenidos por las casas de estudio nacionales en la investigación aplicada. Dichos avances actualmente se materializan en las solicitudes y patentes obtenidas por inventos (creación de objetos, procesos o sistemas originales), así como por modelos de utilidad (soluciones mejoradas de propuestas ya existentes).
Desde el año pasado, las universidades suman el mayor número de solicitudes de patentes en el país, puesto que mantienen vigente en el 2022, según información de Indecopi. Así, estas se colocan por delante de solicitudes realizadas por inventores particulares y empresas. A mayo del 2022, cinco casas de estudio públicas (UNI, UNAP, UNCP, UNHEVAL, UNTELS) y 12 universidades privadas (USIL, UC, UANDINA, UTEC, ULIMA, PUCP, UPCH, UPN, UCSP, UAI) han obtenido –de manera global– 3 patentes de invención y 30 patentes de modelos de utilidad, producto de creaciones desarrolladas entre los años 2017 al 2020.
El aumento de solicitudes de patentes por parte de universidades ha tenido un aumento sostenido en los últimos años: si en el 2014 (al inicio de la reforma universitaria) se ingresaron 42 solicitudes, en los años 2019, 2020 y 2021 registraron 158, 216 y 145 peticiones, respectivamente. En cuanto al 2022, la entidad registra 68 solicitudes de patentes universitarias hasta junio.
Soluciones peruanas
La mayoría de creaciones peruanas apuntan a la resolución de necesidades corrientes de la vida, seguidas por soluciones en técnicas industriales y transportes, otras sobre procesos químicos y de metalurgia, propuestas de física aplicada, entre otros. Por ejemplo, en contexto de pandemia, un equipo de docentes de la facultad de Ciencias Aplicadas y Electrónica de la Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP) creó un visor inteligente móvil para detectar la fiebre y temperatura corporal, propuesta mejorada y económica respecto de objetos ya existentes.
“Los visores actuales son estáticos, fijos. Con nuestro dispositivo podemos tomar la temperatura caminando. Estamos reciclando aparatos electrónicos y hemos ensamblado [el visor] con tecnología mecatrónica: queremos que esté al alcance de establecimientos públicos y privados” explica Roberto Asto Hinojosa, Jefe (e) de la Dirección de Transferencia Tecnológica de la UNCP.
El impulso a la investigación y desarrollo también tiene eco en aulas de pregrado. En el 2019, estudiantes del séptimo ciclo de diseño industrial de la Universidad Privada del Norte (UPN), replantearon el diseño del bastón plegable de acero comúnmente usado por personas con discapacidad visual, al que dotaron de tecnología para detectar cuando el piso está mojado. “Le pusimos un sensor de humedad en la punta. Apenas siente la humedad, todo el mango vibra. Adicionalmente, le pusimos un sensor de acercamiento. Para bajar los precios, reemplazamos el acero por caña. Si un bastón electrónico cuesta 500 soles, el nuestro podría costar la décima parte” explica Ruth Manzanares, docente que lideró el proyecto junto a sus estudiantes y actual jefa de investigación de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la UPN.
Por su parte, la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) aporta uno de los tres inventos originales de este año, al registrar un nuevo sistema para medir la humedad ambiental. La dupla compuesta por el docente Juan Rodríguez y el estudiante de doctorado Pierre Ramos, ambos de la Escuela Profesional de Ingeniería Física, creó una superficie de tela tramada con fibras de una micra (mil veces más delgadas que el grosor de un cabello), con nanotubos de carbono atrapados entre ellas.
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