Huaraz en Línea.- La corrupción afecta la moral de una población o un país y no denunciarla significa convertirse en su cómplice, advirtieron expertos del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi.
El médico psiquiatra de la Dirección de Salud Colectiva de dicha institución especializada, Luis Matos Retamozo, definió la corrupción como el aprovechamiento del poder para beneficio propio de una persona o un grupo de personas.
"Es un comportamiento que se produce por imitación de las conductas de otros. Por lo general, la persona corrupta es aquella que tiene rasgos sociopáticos de personalidad", comentó.
Dijo que el corrupto es una persona que no respeta y no toma en cuenta los valores de una sociedad. Es decir, le da lo mismo robar y no le importa quedar mal con tal de beneficiarse.
“La impunidad favorece el florecimiento de la corrupción”, anotó.
Para el especialista, la corrupción puede conducir a uno de los problemas más graves que afectan la salud mental: la anomia, que implica considerar que da lo mismo actuar de manera honesta o no.
La anomia justifica la corrupción y la alienta de una manera cómplice por no denunciarla, afirma Matos, quien agrega que es un riesgo, pues, las personas pueden acostumbrarse a esas conductas inadecuadas y ser indiferentes.
“Ese día estaremos perdiendo nuestros valores y dañando nuestra salud mental”.
Alertó que ante tantas noticias de corrupción, los niños y niñas pueden interiorizar estas acciones, aprenderlas y repetirlas.
Es allí, dijo, cuando los padres, maestros o tutores cumplen un rol importante en educarlos y fomentar buenos valores e indicarles que todo acto incorrecto lleva a una sanción o castigo.
“Es necesario inculcar desde la niñez buenos valores, enseñarles a diferenciar entre lo bueno y lo malo, y que cada ciudadano tome conciencia de sus actos y asuma la salud mental como un derecho fundamental en su vida”, puntualizó Matos Retamozo.(Fuente Andina)
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