Huaraz en Línea.- La Policía Nacional del Perú, en un operativo coordinado con la Municipalidad de Culebras, la Fiscalía Provincial Especializada en Materia Ambiental del Santa y el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), hallaron 452 aves marinas muertas en la playa “Abrigadito”, del distrito de Culebras, en la provincia de Huarmey.
En plena cuarentena por la pandemia debido al covid-19, las autoridades encontraron durante dos días en abril, 71 aves de la especie cormorán de pata roja o chuita (Phalacrocorax gaimardi) y 381 guanay o patillo (Phalacrocorax bougainvillii). El primer día, las aves estaban sin plumas, evisceradas y hasta cortadas; el segundo día cuando se detectó la mayor cantidad de aves muertas, se encontraron junto a ellas ocho mechas de dinamita.
Según conoció el Serfor con sede en Huarmey, la carne de estas aves es consumida como alimento por la población local, y hasta preparan platillos conocidos como el “picante de chuita”, por lo que se recomendó evitar su consumo al considerarse un riesgo para la salud de las personas y afectar las poblaciones de estas especies.
Aves albergan patógenos
Estas aves marinas son hospederas naturales de diversos patógenos, como los virus causantes de la gripe aviar, y bacterias trasmisoras de tuberculosis aviar, psitacosis, salmonelosis, entre otras, las cuales pueden ser transmitidas al ser humano mediante la manipulación directa o en contacto con sus fluidos, vísceras o carnes.
El Serfor indicó que en el lugar de los hechos se hallaron buzos que al notar la presencia de la policía se lanzaron al mar, por lo que no pudieron ser capturados. El caso se encuentra en investigaciones tanto por la fiscalía como por parte del Serfor. Las aves encontradas fueron enterradas en el relleno sanitario municipal.
Aves oriundas amenazadas
El cormorán de pata roja o chuita, es un ave marina categorizada como En Peligro, según la lista de la fauna silvestre amenazada del Perú, habita en la costa marina desde Piura a Tacna, y es poco común verlas en las islas cercanas a la costa y en cabos rocosos, y sus áreas de reproducción están dispersas. Además de la creciente contaminación de su hábitat, tiene como principales amenazas la caza ilegal dirigida y competencia por alimento con pescadores de orilla.
Por su parte, el cormorán guanay o patillo, es un ave guanera y una especie categorizada como Casi amenazada. Su distribución va desde Tumbes hasta Tacna, y es más abundante en el centro y sur del Perú. Sus zonas de reproducción en su mayoría están protegidas por el Minagri a través de AgroRural, y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp).
Según AgroRural, sólo existen 2.18 millones de individuos de cormorán guanay o patillo en todo el Perú, y entre las amenazas que enfrentan están la caza ilegal dirigida para el consumo de su carne, sobre todo en la zona del norte chico del país, donde es común encontrar anuncios sobre platos especiales con estas aves y son ofertados en los mercados.(Fuente Andina)
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